El pan es uno de los alimentos más antiguos de la humanidad, que forma parte de nuestra dieta desde 8.000 años antes de Cristo Durante tantos años el pan ha ido evolucionando y sofisticándose, a pesar de seguir siendo un alimento base de nuestra alimentación.
Existen distintas harinas: trigo blanca, trigo integral, espelta, centeno, todas ellas confieren distintas propiedades nutritivas y organolépticas al pan, permitiéndonos crear así variedades para satisfacer distintos públicos y momentos de consumo. Los panes elaborados con harina blanca son esponjosos y de sabor suave; la harina integral es la que proviene del grano entero, sin extraer el salvado ni el germen, produce panes más densos y granulosos; la harina de centeno, muy popular en países nórdicos, y que mezclada con otras harinas cada vez es más apreciada en nuestro país por sus propiedades beneficiosas para la salud.
El secreto de la calidad de nuestros productos es la elección siempre de harinas de calidad, ricas en proteína y gluten, que nos van a permitir dar a la masa una lenta fermentación.
PAN Y SALUD
El pan es fuente importante de hidratos de carbono que aporta además una cantidad de proteínas importante para la salud. Un consumo de 200g de pan contribuye a cubrir parte de las necesidades de vitaminas y fibra que regulan el organismo. Por lo tanto, un bajo consumo de pan puede desequilibrar de manera importante la dieta.
Bellsolà participa en la campaña "Pan cada día", una iniciativa promovida por la práctica totalidad del sector del pan español a través de la profesional INCERHPAN con el objetivo de frenar e invertir el descenso del consumo de este alimento básico en una dieta sana y equilibrada.
Fuente:
http://pancadadia.es